miércoles, 26 de mayo de 2010

Hasta el próximo sueño

Me sentí privilegiada...en realidad me siento privilegiada casi cada día pero ahora recordé de nuevo lo facil que fue mi vida, lo individuales que son mis luchas...

A veces hay que ver con tus propios ojos algún lugar para recordar que, en muchas ocasiones, nuestras quejas son insignificantes al lado de las de "gente imprescindible" de algunos sitios. De aquellos que suplican para que otra mucha gente pueda vivir dignamente...Estoy hablando de gente que cuando les preguntas, "¿ya se cumplió tu sueño?", contestan..."cuando se cumpla mi sueño, vendrán más". Esta gente tiene sueños colectivos que benefician a sus familias, a otras familias e incluso a nuevas generaciones que no le son coetaneas; tienen sueños de futuro.

San Juan de Lurigancho tiene la suerte de tener gente así. Este es un distrito del cono norte de Lima, donde, como ya os conté, viven alrededor de un millón de personas...pero gran parte de ellos tuvo que inventarse un espacio donde vivir desafiando a la naturaleza...En esta ciudad que pareciera ser el paraíso del Perú para que tanta gente quisiera vivir en ella, algunos tuvieron que buscarse huecos donde vivir y allí entre cerros de dura roca y que se elevan hasta el cielo comenzaron a construir su espacio de vida. Pero luego vinieron otras necesidades. Para vivir dignamente, es necesario tener agua corriente, contar con un sistema adeucado de canalización y alcantarillado o tener luz eléctrica...Sin embargo, para el vecindario de estos cerros, estas no fueron cosas que ya les vinieron dadas. No las encontraron escritas cuando pensaron en comprar su casa; para ellos estos elementos no forman parte de un derecho que garantiza un estado de bienestar; estos elementos no vienen dibujados en el plano junto a las farolas y las zonas verdes cuando uno compra una casa aun por construir. De quienes os hablo, fue gente que le regateó un espacio a la montaña, construyó con sus propias manos su hogar, sube cada día a pie entre piedras con su hijo cargado a su espalda, trasladó sus muebles a cuestas y posteriormente luchó y exigió durante años al gobierno, la construcción de una simple escalera como esta para hacer más fácil su vida diaria.

Sí, este es el lugar donde vive la gente de quienes hoy os hablo, cuenta con estas llamativas escaleras amarillas desde hace 20 días, a pesar de que llevan exigiéndolas 5 años. Por fin en el último mes, algún interesado en las elecciones municipales de finales de este año decidió instalarlas... Eso sí, grabando en ellas su nombre en piedra...

Pero lo que os quiero destacar es la fortaleza de estos líderes, de esta gente que un día se levantó y tuvo que barrenar el suelo, romper la piedra, para obtener tierra firme donde construir su vivienda, volvió a volar rocas para ganarle una nueva batalla a a la montaña y crear un pequeño centro escolar, un comedor, para que sus hijos pudieran estudiar, y que "ahorita", con alegría, viajan a por su próximo sueño, crear una pista deportiva en este terreno abrupto donde nada es ya imposibleee...ver para creer.

No os conté que los que viven más cerca del cielo aún no cuentan con agua corriente ni con luz eléctrica que de manera ilegal consiguen de sus vecinos de abajo...Pero, sigan soñando amigos...sigan dando ejemplo!

Perdonad la calidad de las fotos...Aunque creo que con esto podéis haceros una idea de todo cuanto os cuento...Si pincháis sobre ellas podréis verlas mejor.

















1 comentario:

  1. Hola penca!! que sepas que me acuerdo mucho de ti, pero ya sabes que la borágine del curro y demás absorve demasiado tiempo. Bueno, ya por lo menos he empezado a leer tu blog, está muy bien aunque se queda corto, espero que todas las lecciones que aprendas las compartas, ya que nos hace un poquino de falta. lo dicho, un abrazo mu grande y un beso

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