Llego un poco tarde pero podríamos achacar este retraso a que en Nicaragua los ritmos son más lentos para todo,jejeje!! Desde aquí, también celebré el Día de la Mujer, y por eso felicito a todas las mujeres y especialmente a aquéllas que trabajan diariamente por conseguir la igualdad de hombres y mujeres en todo el mundo y hoy especialmente a todas las nicaragüenses...
leo tu blog y te imagino sonriente, con esa sonrisa tan particular que además de felicidad da la sensación de que está absorbiendo continuamente información y está aprendiendo de otras vidas.
ResponderEliminary me vienen recuerdos de otros lugares, y me acuerdo de Baburam con su turbande amarillo fluorescente, allí en el remoto desierto del Thar, en la minúscula aldea de Khuri perdida junto a la frontera con Pakistán, me acuerdo que una mañana se asomó a la puerta de mi habitación donde yo estaba tumbado en la cama escribiendo algo en el diario, se me acercó y a través de señales, porque él no hablaba inglés, me pidió lapiz y papel de la manera más humilde que he visto a alguien pedir algo, y empezó a escribir tras una pequeña prueba y un titubeo como si la vida le fuera en ello: 1,2,3,4,5... hasta 20 que es lo que sabía, y me lo mostró con muchísimo orgullo, acababa de aprender a contar hasta 20!!!!! a continuación, y creo que un poco animado por mi sonrisa, escribió su nombre y el mío y me regaló un dibujo de un camello de una joraba y de él con turbante tirando del camello.
a veces me pasa que cuando estoy con alguien y está haciendo algo manual con muchísima concentración me da como un pequeño mareo, es muy raro la verdad. Baburam me enseñó mucho, me enseñó humildad, respeto, ilusión, dignidad, paciencia, orgullo, me enseñó que podríamos hacer muchísimas cosas con todo lo que tenemos y desaprovechamos. con Baburam sentí ese pequeño mareo y me traje una hoja de papel con las ilusiones pintadas de un niño de 50 años